En los transportes públicos, evite quedarse de pie en medio de mucha gente. Intente ocupar un asiento o apoye la espalda contra el cristal del metro o del autobús. Si alguien le hace tocamientos, no dude en alejarse bruscamente o en dar la señal de alarma.
Como en cualquier situación de emergencia, no existen los remedios milagro, ni siquiera las conductas correctas ante un agresor. Puede haber varias opciones, pero debe considerarlas teniendo en cuenta su fuerza física, la situación del agresor y si éste va armado.
Después de una agresión sexual, vaya inmediatamente a un lugar seguro: un hotel, un lugar público, una comisaría de policía o un hospital. Todas las agresiones de carácter sexual requieren un tratamiento postraumático y cuidados médicos para prevenir cualquier riesgo de infección.