No guarde la cartera o el teléfono en el bolsillo trasero del pantalón, ni en ningún bolsillo exterior (chaqueta, abrigo…); póngalos siempre en los bolsillos interiores. Compruebe también que el bolso o los bolsillos del bolso están bien cerrados. Sujete el bolso contra usted y manténgalo siempre delante para poderlo ver en todo momento.
No guarde todas las cosas en el mismo lugar.
Acuérdese de escanear sus documentos oficiales (pasaporte, tarjetas de crédito, tarjeta de asistencia médica…).
Evite sacar dinero en los cajeros automáticos que se encuentren en la calle; hágalo preferentemente en cajeros que estén dentro de las entidades bancarias, son más discretos y seguros.
Como ciudadano extranjero, usted es una presa fácil de identificar y la falta de conocimiento de los lugares que visita aumenta su exposición al riesgo de agresión.
Hay dos tipos de agresión:
– Agresión oportunista: es una agresión aleatoria que depende del contexto y de las posibilidades dadas al agresor. Excepto en ciertos lugares y ciertas áreas, es difícil identificar de manera preventiva el contexto de este tipo de agresión. Este último se basa principalmente en la sorpresa y es la posibilidad y la tentación dada al agresor lo que implica la travesura. La actitud y el comportamiento de la persona atacada también pueden ser un desencadenante.
– Agresión dirigida: es una agresión preparada, premeditada y planificada. La orientación previa permite a los atacantes preparar sus acciones siguiendo y observando a la víctima potencial, identificando sus hábitos, horarios y desplazamientos diarios.
Cómo evitar la agresión y reconocer a un atacante:
– Presta atención a tu posicionamiento en la calle. Elija las carreteras principales y las calles bien iluminadas por la noche.
– Evita las multitudes de personas que podrías conocer.
– Cuando viaje, pregúntese cuál es el riesgo más probable y cuál es el refugio más seguro.
– Haz un uso racional de la tierra donde estás. Observe las posibilidades de salidas disponibles para usted. Si se encuentra en un lugar cerrado, como un bar o un restaurante, averigüe dónde están las diversas salidas. Si está en la calle, evite moverse a áreas donde sería fácil aislarse. Verifique las áreas donde se sorprenderá de su ruta.
– No adopte una actitud y una postura de víctima, no huya de los ojos de los demás y adopte un comportamiento de confianza en uno mismo. El comportamiento de la víctima a menudo condiciona la agresión.
– Evite moverse con objetos valiosos y exteriores de riqueza.
– Sea discreto cuando deje el dinero y evite pagar en las tiendas con grandes paquetes de notas. Extiende tu dinero en diferentes bolsillos para que no tengas que sacar todo el dinero que llevas.
En caso de agresión, lo más natural es huir. En este caso, elija:
– Un área con una alta concentración de población. La presencia de una multitud a su alrededor puede disuadir a su atacante de seguirlo y atacarlo por los riesgos que corre y los posibles testigos.
– Refugiarse en un área institucional o una zona de seguridad, como una estación de policía, una estación de bomberos, un edificio estatal, un área comercial con guardias de seguridad, etc.
– Si su agresión se produce por la noche, busque un lugar bien iluminado y prefiera las arterias principales para no aislarse en un lugar oscuro que favorezca a los agresores en sus travesuras.
En un ataque, la comunicación y el diálogo con el abusador pueden reducir la tensión y disminuir la espiral de agresión. Si hay un intercambio con su abusador:
– Intenta controlar tanto como sea posible tu miedo. Si durante el diálogo su abusador siente su miedo, lo usará como un activo psicológico. Recuerde que su estrés bloquea su razonamiento.
– Mira a tu atacante pero no lo arregles. Su mirada hacia su agresor no debe ser desconfiada, ni debería ser tímido. El contacto visual puede calmar las tensiones.
– Intenta explotar los defectos de tu atacante haciendo una evaluación del equilibrio de poder con él y analizando los medios a su disposición, el momento en que te ataca y el entorno en el que te encuentras.
– Busque el motor y la motivación de su atacante. ¿Por qué te está atacando? ¿Cuál es su objetivo? Intenta establecer un diálogo en torno a estas razones.
– Si su atacante está armado, levante las manos y hable con calma. Explique cada movimiento que realice para cumplir con su solicitud. No hagas ningún gesto repentino.
– No grites. En agresión, el estrés es recíproco. Su abusador también se encuentra en un contexto inusual y no debe prejuzgar sus reacciones. Un grito puede hacer que pierda el control y darle una razón para atacarlo físicamente. Un abusador también puede estar bajo la influencia de drogas o alcohol que lo hará aún más impredecible en sus reacciones.
Durante la agresión, si el diálogo o el escape no son posibles, es recomendable limitar tanto como sea posible la duración de su agresión:
– Dale al abusador lo que él te pide. Sus activos materiales o financieros son pequeños en comparación con su integridad física.
– Si su abusador comienza a golpearlo, intente, tanto como sea posible, proteger las partes vitales de su cuerpo, incluyendo la cabeza y el cuello. Trate de escapar y trate de buscar ayuda de alguien a su lado.
– Durante la agresión, intenta no encontrarte en el suelo, es en esta posición que serás más vulnerable.
– En un espacio aislado, grita si nadie viene en tu ayuda.
– Si se encuentra en un transporte público, active la señal de advertencia si su atacante aún está en el tren.
Después de la agresión:
– Si puedes, no te quedes en el lugar de la agresión. Encuentre un lugar público para refugiarse.
– Notifique a la policía: llame al 112 o la estación de policía más cercana.
– Notifique al contacto local que tiene en el país. Él podrá ayudarlo a apreciar la situación y evacuar parte del estrés generado por el evento que acaba de sufrir. Si no tiene un contacto local, puede notificar a su hotel.
– Notifique a su embajada. Este último puede darle recomendaciones útiles según el país en el que se encuentre. Si sus documentos administrativos han sido robados, pueden ayudarlo a rehacerlos.